martes, 21 de marzo de 2017

“Yo pago para poder matar legalmente”.

Portada de la revista de caza Jara y Sedal

Dice un viejo adagio: “Al pan, pan. Y al vino, vino”.

Y es que las crueldades e injusticias no se pueden disculpar o disfrazar con leyes corruptas e injustas que otorgan legalidad, que no derecho moral, a cometer cualquier tipo de crueldad con todo tipo de seres vivos, animales e incluso humanos.
 
Vivimos en tiempos de desarrollo espiritual, de aprendizaje y despertar de consciencias, y es comprensible que una gran mayoría de la “humanidad” siga siendo eso mismo: “animales-humanos”.
 
Y es que la palabra o definición de “humanidad” se utiliza con demasiada alegría y sin conocimiento real de su significado, o cuando menos con una idea desvirtuada de la realidad.

Desde “cachorros”, se nos inculca que hay que matar para sobrevivir. La chuleta de cordero, el bistec de ternera o el jamón de bellota... por poner un ejemplo, todo ello considerado como “manjares”, alimentos básicos y necesarios para nuestro desarrollo “humano”, es la adicción a la que someten al cuerpo humano desde que nace hasta que deja de existir. Pero... ¿realmente el ser humano necesita matar a otros animales para sobrevivir...?

La respuesta es NO. Pero si al ser humano no se le “intoxica” desde que nace con la necesidad de matar animales para alimentarse, no mostraría esa fuerza animal capaz de matar sólo por placer. Los cazadores matan por el placer de matar a un animal vivo. No vale que quieran disculpar o justificar su acción alegando que ellos pagan impuestos para cazar. Pagar impuestos para poder matar legalmente no los exime de su crueldad. Sienten la necesidad de sacar su adrenalina contenida, de su rabia, de su incapacidad y su impotencia para resolver sus problemas matando a un inocente e inofensivo animal. Y eso es debido a su ignorancia y a su pobreza de espíritu.

¿Qué decir de la mal llamada “Fiesta Nacional”? Más que Fiesta Nacional, debería llamarse “Fiesta de los Arcontes”. Una sesión continuada de tortura a un inocente animal, criado exclusivamente para ser torturado; alegando la “valentía” del matador de turno, el cual será elevado a los altares de la fama por su especial técnica de matar.

¿Qué persona realmente humana puede disfrutar viendo sufrir a otro ser vivo; a otro animal mamífero como él mismo, a otro ser que siente el dolor y el cariño, incluso hacia sus “criadores” que luego lo matarán? Sólo me cabe pensar que no son humanos, o por lo menos no Seres humanos, sino animales-humanos; el ganado de los Arcontes.  

Una vez que al “ser humano” se le ha convertido en adicto a la carne, a la sangre; resulta muy difícil que abandone dicha adicción, igual como sucede con la droga del tabaco, de la cocaína, el hachís o el alcohol...

Y es así como “la élite” que controla este mundo material, a la que bien podríamos llamar por su nombre: “Arcontes”, mantiene controlada a la raza humana, de la que se alimenta. Pues los Arcontes se alimentan de nuestros sentimientos de dolor, rabia, envidia, crueldad y todo lo que produzca daño.

Quizás en momentos muy puntuales y por circunstancias extremas, el hombre haya tenido o tenga que alimentarse de la carne de otros animales. Pero eso sólo sería en casos extremos de necesidad imperiosa, donde no sería posible conseguir una alimentación adecuada, en la que no fuese necesaria la ingesta de carne animal. Sólo en esos casos se comprendería la ingesta de carne animal por necesidad.

Desde pequeños se nos inculca que comer carne de animal es bueno, y nos hacen adictos al sabor de la sangre y la carne; en vez de enseñarnos a respetar y amar a los demás animales, y que como cualquier animal, posee sentimientos y alma. Igual como poseemos los seres humanos.

Sólo de esa manera, los Arcontes y sus secuaces (los poderes fácticos y sus políticos corruptos), se aseguran de que el ser humano continúe siendo otro animal más a su servicio. Un animal que servirá como cualquier otro animal de granja, para satisfacer las necesidades y los caprichos de dichos Arcontes y sus secuaces. Si el ser humano no se alimentase de carne y sangre, no sentiría esa necesidad de guerrear, de matar, aunque sólo fuese para comer. Pero el hombre ha sido “adaptado” por los Arcontes para que mate de manera cruel, haciendo daño; para que pelee contra sus congéneres, para que robe, mienta, manipule y asesine despiadadamente a los más indefensos; y para ello utiliza a los poderes fácticos y sus políticos corruptos para asegurarse de que su plan se lleva a cabo a la perfección.

Y así parece ser en la mayoría de casos; pues sólo unos pocos se despiertan y toman consciencia de la verdadera finalidad del Ser humano (con mayúscula). Sólo unos pocos toman consciencia de la necesidad de aprender a respetar a los demás; ya sean animales o “animales-humanos”.

Y es a esos pocos que, los secuaces de los Arcontes, los denominan de forma despectiva, intentando desprestigiarlos con lo que para ellos es un insulto, al llamarles “animalistas”, “comelechugas” o cualquier otro adjetivo ocurrente para dichos secuaces y sus animales-humanos.

Personalmente no pertenezco a ningún grupo, pero si tuviera que pertenecer, sin duda preferiría que me llamasen “animalista” o “comelechugas” antes que “torero”, cazador, o cualquiera de las formas en las que se autodenominan los animales-humanos.

Aún hay muchos animales-humanos, pero por suerte para la verdadera Humanidad, cada vez hay más Seres Humanos (con mayúsculas) con la consciencia despierta; que no necesitan escudarse en una ley corrupta e injusta, ni en alegar que pagan impuestos para poder matar legalmente; por la sencilla razón de que ellos no necesitan matar a nadie, ni para alimentarse, pues hoy día existe todo tipo de alimentos con todas las proteínas y vitaminas necesarias para nuestro organismo, ni demostrar ninguna valentía al matar a un inocente animal indefenso, ni para hacer la guerra a otros seres humanos para adueñarse de sus recursos.

¿Conocéis a algún animal herbívoro que sea agresivo, que mate por el placer de matar como hace el animal-humano?

Es una cuestión de elevación espiritual. Y aunque ahora muchos animales-humanos se rían de este escrito, llegará un tiempo en que nadie querrá matar por el placer de matar. Sólo la defensa de la propia vida o de los familiares directos indefensos justificaría la muerte del otro ser que desea matar o hacer daño.

© 2017 José Luis Giménez


viernes, 3 de marzo de 2017

El gato que movilizó al parque de bomberos de Barcelona



Que los gatos son los animales más caprichosos y enigmáticos que existen, es algo que nadie duda. 

Así como que también son capaces de movilizar a todo un parque de bomberos.

Y esto es lo que ha sucedido esta mañana en Barcelona, más concretamente en el distrito de Poblenou, donde a un gato le ha dado por subirse a las ramas más altas de un árbol.

El asunto no tendría mayor trascendencia, si no fuera porque, después de todo el jaleo que se ha armado, movilizando a dos unidades del parque de bomberos, el gato ha decidido resolver el asunto por su cuenta, tal como se puede ver en el video siguiente:

https://www.youtube.com/watch?v=o0k4I0bHCpA&feature=youtu.be


© 2017 José Luis Giménez