En la época gloriosa que siguió tras el
"Levantamiento Nacional" desde 1939 a 1975 (léase dictadura
franquista), la censura funcionaba a "full", es decir, a tope; y tenías
que mear de lado para no hacer demasiado ruido, porque si no, la pestañí (la
policía) te metía en el "talego o catre" (la cárcel o la cama del
calabozo).
Y así es como la imaginación popular empezó a cambiar los
nombres de aquellas cosas que estaban prohibidas mencionarlas o deberían
decirse con mucho cuidado, pues la censura o la policía podía detener a quien
no tuviese cuidado con lo que decía.
Han pasado más de 41 años desde la muerte del “Generalísimo”
o del “Caudillo” (que tanto monta, monta tanto), y más de 39 años que “disfrutamos”
de la democracia; sin embargo, en pleno siglo XXI, y más concretamente desde la
Ley Mordaza del PP en el 2015, parece que hemos vuelto a la época dorada de la
dictadura franquista, sino peor.
Es por eso que, a fin de evitar ser multado con sanciones
astronómicas y desorbitadas o escandalosas, por haber soltado algún improperio
verbal, o incluso ser encarcelado por
unos “twitters” o algún mensaje molesto para los poderes fácticos en las redes
sociales, habrá que volver a utilizar la imaginación y recuperar las palabras “claves”
para hacer referencia a esas cosas que ahora ya no se pueden decir con total
libertad, so pena de que te multen con hasta 600.000 euros (seiscientos mil
euros) según sea el caso, sin que tenga que intervenir juez alguno, pues es la
autoridad competente quien dictaminará la sanción.
Así que cuidando de que no me pille la pestañí, ni de que
los “hombres de Paco” me esperen a la salida del catre o me den pal pelo, voy a
tener que usar la imaginación, así como vosotros tendréis que averiguar qué es
lo que quiero decir..., porque como a éstos les dé por hacer lo que Donald
Trump dice que no tiene importancia, llamado el waterboarding, o la tortura del ahogamiento
simulado a los prisioneros para que “canten”, yo no aguanto ná de ná, me ahogo hasta en el
barreño, y como desentono tanto, ya me veo haciendo gárgaras todos los días por
si acaso.
Por cierto, para los que piensan que soy un exagerado, os dejo
este enlace, que creo que explica muy bien lo que quiero decir.
© 2017 José Luis Giménez
No hay comentarios:
Publicar un comentario