Muchos nos hemos despertado hoy, día 23 de noviembre de
2016, con la noticia de la repentina muerte de Rita Barberá, la que fuera alcaldesa
de Valencia durante más de 24 años, la número 3 del Partido Popular, a la que
sus dirigentes habían calificado como la mejor alcaldesa de España, y la misma que,
en los últimos meses, pasó de ser la “mejor” del Partido Popular, a ser
repudiada y expulsada del partido por los mismos compañeros que unos meses
antes la habían encumbrado a lo más alto.
Y es que los casos de corrupción habidos en el Partido
Popular, hizo que la hasta entonces ejemplo de eficacia política, pasase a ser
una gran molestia para su partido, a la que se le llegó a recriminar públicamente
el hecho de que no hubiese dimitido y liberado al propio partido de cualquier
sospecha.
Unos y otros dirigentes del Partido Popular, dijeron públicamente en los medios que, “la ex alcaldesa, debería haber dimitido antes de que fuese obligada a hacerlo, que su comportamiento era indigno y que si había hecho todo lo que se le presuponía había hecho, lo tenía que pagar... ” Esto entre otras lindezas.
Unos y otros dirigentes del Partido Popular, dijeron públicamente en los medios que, “la ex alcaldesa, debería haber dimitido antes de que fuese obligada a hacerlo, que su comportamiento era indigno y que si había hecho todo lo que se le presuponía había hecho, lo tenía que pagar... ” Esto entre otras lindezas.
El propio Partido Popular le había buscado una salida a
Rita Barberá, otorgándole el escaño de senadora por designación
autonómica; desde el 2015 hasta el día de hoy en que ha fallecido.
La
opinión pública, así como algunos medios y la oposición, alegaban que el escaño
otorgado por designación directa a la Sra. Barberá por parte del Partido
Popular, se correspondía con la intención por parte del PP, de que la ex
alcaldesa siguiera aforada. Situación que impediría que fuese imputada junto a
sus compañeros del PP de Valencia en el caso “Taula”, sobre el presunto blanqueo
de capitales del Partido Popular en el Ayuntamiento
de Valencia durante su etapa como alcaldesa.
Extremo este que de llevarse a cabo, podría poner en grave
situación a otros dirigentes de la cúpula del Partido Popular, por lo que si la
ahora senadora, “tiraba de la manta”, las consecuencias podrían ser
incalculables.
Es por eso que cuando el pasado lunes 21 de noviembre, la
entonces senadora por el grupo mixto (ya que fue expulsada de su partido, el
Partido Popular) acudió al Tribunal Supremo, para responder a las preguntas del magistrado Cándido Conde-Pumpido, y el fiscal Juan Ignacio
Campos, al haber sido imputada en la causa que
investiga el presunto blanqueo de capitales del Partido Popular en el
Ayuntamiento de Valencia durante su etapa como alcaldesa, a más de un alto
dirigente de la cúpula del PP, le empezaron a temblar las piernas.
Y ha sido gracias al óbito de la ya ex senadora Rita Barberá que,
los que estaban preocupados por lo que el Tribunal Supremo pudiera decidir una
vez hubiese declarado la imputada, han respirado aliviados, pues ahora sólo
cabe el archivo de la pieza del caso “Taula” que imputaba a la ex alcaldesa.
Las reacciones no se han hecho esperar, y tan pronto como la
cúpula del PP ha tenido conocimiento del hecho, han promovido y dedicado toda
una serie de homenajes y de buenas palabras hacia la persona de Rita Barberá,
la persona que tan sólo dos días atrás era “alguien indigno de representar al
PP” tal como afirmó públicamente uno de sus dirigentes, o como fue apartada y
reprobada por todos sus compañeros que hoy la alababan, una vez muerta y sin
opción de hablar.
Para demostrar su “gran dolor”, la presidenta de la Cámara Baja
(Congreso de los diputados) y dirigente del Partido Popular, Ana Pastor, ha
instado a guardar un minuto de silencio en la Cámara, en homenaje a la ex
senadora Barberá. Un hecho insólito, nunca antes llevado a cabo por el
fallecimiento de ningún otro senador, a pesar de que a otros senadores, como es
el caso del malogrado senador por Aragón José Antonio Labordeta, fallecido en
septiembre de 2010, no se le hizo el mencionado minuto de silencio porque según
alegó la Mesa del Congreso “Nunca se había hecho por otros senadores”.
Únicamente se han abstenido de realizar dicho homenaje los diputados
de la formación “Unidos-Podemos”, quienes por boca del Secretario General de
Podemos, Pablo Iglesias, ha manifestado que: “lamentamos
la muerte de Barberá pero no podemos participar en un homenaje político a
alguien cuya trayectoria está marcada por la corrupción”. Así mismo Alberto
Garzón, también ha señalado que: “hacer un minuto de silencio en el Congreso
por la muerte de Rita Barberá es un homenaje a su trayectoria. Nos negamos y
nos salimos.”
La familia de Rita Barberá, ha declinado los ofrecimientos
realizados por el actual Ayuntamiento de Valencia para instalar la capilla
ardiente en dicho Ayuntamiento, así como ha manifestado su deseo de que el
funeral sea realizado en la más estricta intimidad familiar, sin que dicho acto
sea politizado, mostrando un lógico enfado hacia el Partido Popular.
© 23/11/2016 José Luis Giménez
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